12 mar 2011

Llovía. Como siempre cuando nos veíamos. Y compartimos, muchas cosas y momentos. Tal vez no era así la forma más diplomática de terminar, pero ambos supusimos que aquello era el fin. O quien sabe, tal vez aquello era una nueva forma de empezar, tal vez aquello fuera el inicio de una nueva relación irrompible.
Pero lo que sí que estaba claro es que nunca volvería a haber un 12 de marzo como aquel. Gracias.

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